jueves, 10 de noviembre de 2011

RELEVANCIA DEL CAMINO DE SANTIAGO EN LA EDAD MEDIA

El Camino de Santiago fue, más allá de su vertiente religiosa, un importante factor urbanizador, articulador del espacio, creador de nuevas formas de poblamiento y que permitió un flujo, no sólo de personas, sino también de sus ideas y culturas, favoreciendo un cauce de  actividad comercial a lo largo de su recorrido y convirtiéndose en agente fundamental para la repoblación del norte de España.

Es una época en la que la cristiandad impulsa la peregrinación religiosa para extender y consolidar su poder, destacan tres grandes destinos: Jerusalén, Roma y Santiago; hacia donde se dirigen respectivamente palmeros, romeros y peregrinos. De esta forma se crean unas corrientes de intercambio y comunicación humanas insólitas hasta entonces en la Europa medieval.

El origen del Camino de Santigo se debe a la tradición que cuenta que en la primera década del siglo IX se halla el sepulcro del apóstol Santiago el Mayor en Compostela, aunque hoy en día se duda de la veracidad de estos hechos. Existía una leyenda que contaba que Santiago había predicado en la península Ibérica y que, después de martirizado en Jerusalén, sus discípulos habían llevado su cuerpo para enterrarlo en Hispania. Cuando encuentra el sepulcro, el rey de Asturias construye una iglesia e informa a la cristiandad del hallazgo. Poco a poco se va estableciendo la costumbre de que los reyes astur-leoneses visiten el sepulcro y se conocen noticias de que en el siglo X ya lo visitan algunos extranjeros, pero el más importante trabajo de organización y propaganda de la peregrinación tiene lugar en la segunda mitad del siglo XI.

La consecuencia más inmediata a la creciente importancia de la peregrinación es, evidentemente, la mejora de las vías de comunicación que conducen al sepulcro. Estas tareas se empiezan a realizar en el siglo XI, y a mediados del siglo XII se han construido ya nuevos caminos, calzadas, puentes, albergues y hospitales, y se ha producido una importante repoblación en los lugares aledaños al Camino principal, que concentra a la mayor parte de los peregrinos, y sus variantes, que van apareciendo a partir de la segunda mitad del siglo XII.



Se favorece la peregrinación estableciendo una serie de derechos especiales a peregrinos, mercaderes y a las ciudades que los acogen. La paz del camino es un concepto jurídico por el que los peregrinos pueden circular, en principio, a salvo de ataques y robos. Además, éstos estaban exentos de pagar derechos de tránsito por los bienes que transportaran durante el camino. Sí pagaban impuestos de este tipo los mercaderes, aparte del arancel de portazgo que se establece a finales del siglo XI en Jaca y otro más tardío en Pamplona, debido a que  estas dos ciudades son las puertas hispanas al Camino, por las que empiezan a circular abundantes mercancías procedentes de toda Europa.
Los inmigrantes francos tuvieron una importancia decisiva en el crecimiento de las ciudades y de su actividad comercial. El término franco se refiere, por una parte, a extranjero, cuya procedencia era en su gran parte del sur de Francia, pero se incluye en este concepto a todos los inmigrantes que llegaron, indistintamente de su procedencia. Por otra parte, franco significa también libre, debido a los privilegios y libertades  otorgados en los fueros de francos a estas ciudades. Las reformas jurídicas introducidas en los fueros constituyeron un fuerte estímulo para el desarrollo de las urbes, se garantizaba la libertad personal, la inviolabilidad del domicilio y la propiedad libre de los bienes de la ciudad, además de establecer una regulación de la actividad comercial. Se trata, en fin, de una gran empresa de captación de pobladores y de incentivo a las actividades económicas. Lo que diferencia además a estas localidades con el resto de ciudades del territorio cristiano de la península es que sus habitantes se dedicaban, primordialmente, al comercio y la artesanía, constituyendo unos núcleos urbanos singulares frente al típico modelo casi exclusivamente agrario.

El primer destino fuerte de inmigración fue Jaca, hacia el año 1063. Era un importante núcleo de atracción de francos debido a la presencia de obispos gascones en la ciudad y a que ese mismo año se le otorga un fuero para favorecer a los nuevos pobladores con un estatuto jurídico mejor. El fuero de Jaca se convirtió en modelo para posteriores poblaciones francas.

La influencia de los francos en el territorio va disminuyendo según aumenta la distancia a los Pirineos, es mucho más importante en Aragón y Navarra, pero también contribuyó a una gran mejora y renovación de ciudades ya existentes y a la creación de nuevos núcleos en tierras castellanas y leonesas y dio un primer impulso urbanizador en Asturias y Galicia. Compostela se convirtió en uno de los centros de comercio más importantes de la España cristiana.

El Camino de Santiago mantendrá su época de esplendor hasta el final de la Edad Media, a partir del siglo XVI van decayendo las peregrinaciones, pero nunca llegan a desaparecer. Vuelve a resurgir su popularidad a partir de los años 70 del siglo XX, cuando se le declara Patrimonio de la Humanidad, a raíz también de grandes esfuerzos de la administración y la Iglesia por recuperarlo.

Bibliografía:
LADERO QUESADA, Migel Ángel (2004). La formación medieval de España. Territorios. Regiones. Reinos. Alianza. Madrid.
VV.AA.(2000). Atlas Histórico de España (vol. I). Istmo. Madrid

2 comentarios:

  1. segun he podido leer en algunos libros que hablan del camino de Santigo, los templarios escondieron algunas de sus tesoroas a lo largo de él.

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  2. Magnífica entrada Elena. Está muy bien trabajada.

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